Formación | 11 oct 2024
EL BASKIN (III)
El Baskin es un deporte de situaciones en el cual los gestos técnicos deben adaptarse para ser utilizados con base en los roles.
En la enseñanza de la técnica es bueno poner a los jugadores en las condiciones de percibir conscientemente los diferentes gestos, experimentarles y finalmente valorar oportunamente la eficacia del propio comportamiento.
El aprendizaje de las habilidades técnicas es un proceso gradual, caracterizado por estadios de formación basados, sin embargo, en el principio de las repeticiones y en algunos casos y para algunos roles, en el condicionamiento.
La preparación técnica debe basarse en la búsqueda del mejoramiento de todos los fundamentos.
Deberá desarrollarse intensamente enfocándose sobre todo en los cambios de sentido y de dirección, particularmente frecuentes, algunas veces necesariamente repetitivos y a menudo fruto de decisiones tácticas estudiadas.
La particular estructura del Baskin prevé que el ataque a la canasta se pueda desarrollar en dos direcciones para las cuales las acciones de juego serán ricas en “fintas de ataque”, con cambio de objetivo en el último momento para sacar el máximo provecho de las posibilidades ofrecidas por el reglamento.
Los fundamentos del Baskin son muy similares a los del baloncesto:
-
El drible.
-
El pase.
-
El transporte del balón.
-
El lanzamiento.
El drible es la capacidad de destreza con el balón y representa el elemento técnico que permite que el jugador que está en posesión de éste se desplace en cualquier dirección del campo de juego manteniendo el control. Expresa la capacidad de gestionarlo, en cada situación, en presencia o ausencia del oponente. El jugador se vale de este gesto técnico para ganar espacio o para ponerse en situaciones más favorables para continuar con un pase, seguir transportando el balón o decidirse por lanzar a la canasta. La primera cualidad de un buen jugador, es seguramente el perfecto conocimiento de la pelota. Familiarizarse con el balón significa conocer las características, las cualidades y las posibilidades de movimiento, por medio de varias experiencias, ellas los ejercicios de contacto continuo y alternado.
El pase es el fundamento típico y más frecuente del juego de equipo y define cual tipo de tratamiento se desea dar al balón y con cuales otros jugadores se desea comunicar. El pase puede ser efectuado de varias maneras: A dos manos desde el pecho, con una sola mano, picado al piso, lanzado desde lo alto, desde abajo, con trayectoria recta o parabólica. Lo importante es que el modo utilizado logre el objetivo de manera precisa y eficaz. La recepción expresa la capacidad de sostener la pelota de manera adecuada para poderla utilizar de la mejor manera en los demás fundamentos.
En algunos roles la recepción es la consecuencia de un transporte de pelota y se convierte en presión para estar en forma tal de manipular el balón de manera que permita la mejor opción de tiro posible.
El transporte es el desarrollo de las diversas maneras de entrega de la pelota. Este es un nuevo fundamento creado para permitir a los roles 1, 2, 3 tener la posibilidad de una mejor recepción. Prácticamente es la entrega de la pelota en las manos del compañero de equipo que normalmente no está en la posibilidad de –o apenas puede– recibirla con un pase.
El tiro, la finalización de cada acción de juego, representa el verdadero propósito del Baskin y es alcanzable por todos los jugadores de la cancha, aunque de diversas maneras. con parada y tiro o en tres tiempos, un fundamento que se convierte en la forma más rápida para acercarse a la canasta.
Las fases de juego en Baskin son de ataque y de defensa y estos parámetros existen en todos los tipos de deportes de escuadra. Estos son influenciados y caracterizados siempre por los factores de espacio y tiempo que determinan cualquier acción de juego. El tiempo es la clave del juego, mientras el análisis del espacio es la condición más importante para el desarrollo de las fases del juego, sobre todo en el Baskin donde hay alternancia de zonas libres y donde se está en la búsqueda del espacio útil para llegar a una de las cuatro canastas.
Existe una táctica de ataque con balón y sin balón, ya sea individual o colectiva. Todo esto proporciona una toma de información visual (donde están los adversarios, donde no hay obstáculos, los ritmos de movimiento), de elaboración mental para estudiar un programa de acción, de inicio de la respuesta motriz moviéndose en relación a los análisis hechos y las decisiones tomadas.
La táctica defensiva debe preparar a los jugadores de manera tal que el equipo contrario no llegue a la canasta de manera fácil.
Se entiende como táctica de equipo la puesta en marcha de estrategias para alcanzar un objetivo – que puede ser individual o de conjunto– y se manifiesta como una actitud activa y dinámica para mantener el rendimiento en todo momento.
Para desarrollar un discurso táctico es necesario poseer conocimientos tácticos que contemplan:
-
El conocimiento de las reglas de juego y su óptima utilización para resolver los problemas tácticos.
-
El conocimiento de las reglas tácticas.
-
El conocimiento de las relaciones recíprocas entre la condición física del momento y la técnica manifestada.
-
El conocimiento de las reglas de la economía y de la oportunidad.
-
El conocimiento de los propios compañeros, de sus habilidades, de sus caracteres, para sacarles el mejor partido en el juego colectivo y en la expresión individual.
Se requiere tener habilidad táctica que manifieste un proceso mental y la facultad del atleta para utilizar sus conocimientos y sus habilidades psicológicas y físicas para la solución de tareas tanto individuales como colectivas.
El desarrollo de las capacidades tácticas está condicionado y favorecido no sólo por las aptitudes naturales, sino también por las experiencias motrices efectivamente ejecutadas, por lo que está relacionado a una mejor funcionalidad de las capacidades perceptivas.
En el entrenamiento integrado el elemento táctico es puesto como aprendizaje de soluciones para llegar a la canasta. La táctica es un sistema de búsqueda para escoger el más favorable entre los objetivos posibles.
La formación táctica debe tender a desarrollar un adecuado dinamismo mental para percibir y valorar situaciones de juego, formular hipótesis del juego, utilizar las habilidades que posee y ha aprendido cada jugador en relación al propósito común.