Por: Por el Doctor Maurizio Mondoni /Traducción al español por Carlos Fernando García

La idea de escribir sobre los derechos fundamentales de los niños en el Minibasket me ha venido hojeando un libro de Ettore Messina titulado “Basket”, que en la página 82 escribe “Hoy día el Minibasket, desafortunadamente, ha perdido por culpa de muchas personas, sobre todo los padres, el carácter de juego y se ha convertido en un deporte altamente competitivo, cuando en realidad el objetivo inicial ha sido aquel de proponer a los niños un simple contacto con la iniciación deportiva, que no necesariamente desembocará en el basket”.

Mi pensamiento se dirigió de inmediato a Emilio Tricerri, "el padre de Minibasket" y luego, siendo tanto instructor de Minibasket como panatleta, pensé también que "La Carta de los Derechos del Niño en el Deporte" (Servicios de Recreación para los Jóvenes - Ginebra) podría ser adaptada al Minibasket y también a todos los juegos-deporte practicados por los chicos.

1. Derecho a divertirme y jugar Minibasket sin ansiedad o stress por el resultado

A veces los instructores, presa de los objetivos técnicos y de victoria, olvidan que la diversión acompaña, sostiene y refuerza el aprendizaje de cualquier tipo, especialmente de los 6 a los 11 años. Los niños deben jugar Minibasket, no baloncesto.

2. Derecho a beneficiarme de un ambiente sano

La salvaguarda de la integridad psico-física es un principio fundamental de la práctica deportiva infantil. Cuando un niño juega, debe estar seguro de no hacerse daño. No siempre las canchas son idóneas desde el punto de vista higiénico y de la seguridad para la práctica del Minibasket. La falta de cuidado con las herramientas, un saneamiento inadecuado, la deficiente limpieza del medio ambiente, es una realidad, por desgracia muy extendida.

3.  Derecho a ser tratado con dignidad

Frecuentemente, los instructores "utilizan" a los chicos en función de sus objetivos (ganar a toda costa y con resultados sorprendentes, selecciones inmediatas, enseñanza precoz de los fundamentos básicos), y se interesan poco en los niños menos habilidosos (pero eso sí, todos pagan su cuota de inscripción). A veces sucede que a los niños se les atribuye la responsabilidad y la culpa de perder partidos, que por el contrario deben atribuirse a los instructores.

Los niños deben ser respetados por las decisiones que tomen en el juego, pueden incluso equivocarse, no deben, en lo absoluto, ser castigados o blanco de burlas.

4. Derecho a ser educado, instruido y entrenado por instructores competentes y calificados

No siempre las Sociedades o Centros de Minibasket se valen de instructores competentes y calificados. La buena voluntad y el voluntariado no son suficiente garantía de los conocimientos y la competencia necesarios para trabajar con los niños. Es importante que los Centros de Minibasket inviertan en buenos Instructores-Educadores, capaces y competentes, disponibles a actualizarse continuamente, no solo en la problemática técnica, sino también en psicología, pedagogía, biología y en la metodología de la enseñanza y del entrenamiento.

5. Derecho a seguir las lecciones y los entrenamientos adaptados a mis ritmos fisiológicos y psicológicos

El organismo del niño es diferente al del joven y el adulto y necesita de un tiempo de trabajo particular. El niño no debe ser “cargado” excesivamente, las lecciones (prefiero llamar así al entrenamiento) no deben ser exageradas y estresantes y debe dejar un espacio justo al juego. Recordemos que la fatiga del niño es principalmente psicológica y si aquello que se le presenta no le interesa, no le atrae y no le motiva, se cansa rápidamente.

6. Derecho a medirme con niños que tengan la misma posibilidad de éxito

Es muy importante que se organicen encuentros, torneos y concentraciones entre Centros de Minibasket y con los niños con el mismo nivel de formación y competencia. La derrota repetida muy a menudo (con puntuaciones de tipo sensacional 265-5) determina aspectos psicológicos negativos, que a menudo conducen al abandono de precoz del Minibasket . La posibilidad de éxito, por el contrario, aumenta la confianza en sí mismo y hace que el niño se sienta seguro de sus acciones. Los niños deben tratar de ganar y perder, sin exaltación o drama, que son a menudo frustrantes.

7. Derecho de participar en competencias y partidos adecuados a mi edad.

No debemos hacer participar a los chicos en competencias y torneos no adecuados para ellos, aunque parezcan campeones en posibilidad de competir con niños más grandes. Tales competencias no producen efectos benéficos, ni para el organismo, ni desde el punto de vista psicológico, más bien son contraproducentes.

Es seguramente más correcto organizar festivales y concentraciones sin clasificación final y sin premiación a los mejores.

8. Derecho de tener tiempos adecuados de reposo

El organismo del niño necesita de tiempo de trabajo y descanso particulares. No se obtienen los resultados aumentando el número de lecciones en una semana para lograr la victoria o mejor rendimiento, necesita estar muy atento a no aumentar las cargas de trabajo, los niños deben ser dejados en libertad de ir a esquiar, a nadar, estudiar, divertirse y… a disfrutar de los tiempos de recuperación.

9. Derecho de tener la posibilidad de convertirse en campeón o de no hacerlo

El respeto de las potencialidades y las capacidades adquiridas, de la motivación, de la inteligencia, del carácter y de la personalidad de cada niño, es un aspecto fundamental que nunca debe ser olvidado por los instructores. Cada niño es lo que es, con sus propias capacidades, conocimientos y competencias; entonces las propuestas educativas del Minibasket deben ser construidas en función de un equilibrado desarrollo psico-físico y el crecimiento armónico de las distintas áreas de la personalidad. Quién tenga la oportunidad de convertirse en campeón, que busque convertirse en uno; el que no la tenga, que igual juegue y se divierta.