Mundo Mondoni | 24 jun 2024
DEL JUEGO AL DEPORTE: Del Minibasket al baloncesto
Por: Por el Doctor Maurizio Mondoni /Traducción al español por Carlos Fernando García
En el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada por las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, se reconoce a los niños "el derecho al descanso y al esparcimiento, al juego y las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y artística ".
Esto es muy claro, pero a menudo no es fácil de conseguir el reconocimiento del derecho al juego de los niños. En nuestro mundo hay millones de niños que no tienen siquiera garantizado el derecho a la supervivencia física, mucho menos podemos hablar de su derecho a jugar
El juego no es una "opción" en nuestra existencia; desde hace más de un siglo, han sido innumerables las recomendaciones al respecto que han hecho psicólogos y pedagogos. Desde siempre, dondequiera que hay un niño o una niña, el carácter lúdico de los infantes (una verdadera necesidad), ha estado a los ojos de los adultos: los niños cuando juegan, juegan en serio.
El juego es el trabajo del niño, el niño "capta el mundo" que lo rodea, tocando, moviéndose, agarrando, manipulando objetos, juguetes y todo aquello que está a su alrededor.
A través de la acomodación, la asimilación (la adaptación del niño al ambiente y el el ambiente al niño) y la locomoción (movimiento del cuerpo en el espacio y el tiempo, con o sin herramientas u objetos), el niño adquiere las experiencias sociales y materiales, que determinan paso a paso, enormes progresos en su desarrollo.
El juego tiene un gran "papel" en la vida y en las experiencias de la infancia, el juego se basa de manera determinante en los esquemas motores adquiridos (habilidad motriz simple), como por ejemplo caminar, correr, lanzar, recibir, saltar, trepar, gatear, etc.
Se aprende principalmente a través del juego. El juego es importante para la estabilización de los movimientos y los gestos y la variación de los movimientos (adaptados al espacio, el tiempo, el ritmo y a las diferentes situaciones ): todo esto favorece la creatividad.
La creatividad es la capacidad inventiva (capacidad de resolver las situaciones-problema que son presentadas de cuando en cuando por el profesor), que permite reorganizar las habilidades adquiridas y llegar a nuevas formas de comportamiento o movimiento.
El niño jugando solo (en casa, la escuela, al aire libre, en la cancha), con otros, con objetos o con diversas herramientas, “articula” un bagaje cognitivo, intelectual, mental, motor, emocional, que será la base sobre la que se construirán sucesivamente las habilidades motrices complejas, a través de la educación y el desarrollo de las habilidades motrices (especialmente las de coordinación y movilidad articular, sin dejar de lado la estructura de las capacidades condicionadas).
En el juego debe estar permitido a todos los niños ser creativos, tener ideas, para intentar hacer las cosas sin miedo y entiendo lo que están haciendo.
El juego para el niño es una actividad seria, de la cual no se puede privar para vivir bien y crecer mejor. Si se quita el juego al niño lo hieres profundamente, privándolo de una experiencia necesaria para su crecimiento.
Los niños tienen una gran capacidad, toda vez que prueban transformar en juego todo aquello con lo que entran en contacto; Ellos logran encontrarse con el mundo tocándolo, cortejándolo, buscando llevar a su escala y su tamaño todo lo que les es difícil de entender o tolerar.
Si los niños siguieran jugando, el impacto del mundo escolar sería menos duro y más interesante; de esta manera, los niños seguirán viviendo en su mundo de fantasía y aprenderán cosas nuevas. Sin el juego, la realidad tendría un impacto muy fuerte, sin mediaciones e insostenible.
Una recomendación importante para educadores, maestros, instructores, entrenadores: "Otorguen al juego un lugar privilegiado en la educación de los niños, los muchachos y los adolescentes. Hagan vivir a los niños una infancia que sea fértil de sueños, proyectos, logros y que tenga toda la riqueza y la vitalidad del juego, sólo así podrán vivir sucesivamente una adolescencia y una juventud viva y verdadera"
Los niños deben jugar al deporte, no practicar deporte ¿Quién debe enseñar el deporte, la ética y el juego limpio?
Es muy importante asegurarse que todos los organismos educativos que giran en torno al mundo del niño (familia, escuela, club deportivo), acerquen de la mejor y más correcta manera posible a los niños, los muchachos y los adolescentes a la educación motriz, al juego, al juego-deporte y progresivamente al deporte.
Para que esto ocurra, los niños y los jóvenes, tienen la necesidad de acercarse con el tiempo y el modo adecuado a su edad, primero jugando alegremente y después, poco a poco, iniciándoles en las normas, en el compromiso fisico y psicológico, en la lealtad deportiva, la competencia, la confrontación (no la cambatividad) y en el juego limpio.